La alopecia, comúnmente llamada calvicie, es uno de los problemas estéticos más habituales en hombres sobre todo, aunque también en mujeres con menor porcentaje. La alopecia puede producirse por diversos factores: por genética, por una enfermedad, por estrés… depende del tipo de alopecia que se sufra. Dentro de todas ellas, la más común es la alopecia androgénica o androgenética.
La alopecia androgénica es la alopecia producida por factores genéticos. Es la causa de la calvicie de aproximadamente el 75% de los hombres y el 50% de las mujeres que sufren alopecia.
Por ello, vamos a tratar en profundidad qué causa esta alopecia, cómo y cuándo actúa y qué métodos se utilizan en la actualidad para frenar la caída o para injertar nuevos cabellos no afectados por la alopecia androgenética.
Pero antes, vamos a repasar los tipos de alopecia que existen y sus diferencias.
Tipos de alopecia
Hay varios tipos de alopecia, aunque normalmente se agrupan en alopecias cicatriciales y no cicatriciales.
Alopecias NO cicatriciales
- Alopecia androgénica: como hemos comentado es el tipo de alopecia más en común, tanto en hombres como en mujeres, aunque es mucho más habitual y acentuada en el sexo masculino. Suele aparecer entre los 30 y los 40 años, aunque hay casos de adolescentes y de jóvenes menores de 30, que lo han sufrido a esas edades. La causa es totalmente genética. Los folículos pilosos se ven afectados duramente por hormonas. Estas hormonas provocan que el pelo comience a crecer cada vez más fino y lacio, produciendo más facilidad en su caída y pérdida. Poco a poco, ese pelo no solo se cae, si no que también deja de crecer. En los hombres habitualmente comienza en la coronilla y las entradas de la frente, para luego extenderse por toda la zona delantera de la cabeza. En las mujeres suele producirse de forma más generalizada y extendida, aunque con menos fuerza, ya que normalmente no deja de crecer todo el pelo, si no en partes.
- Alopecia areata: se trata de una alopecia que sufren aproximadamente el 2% de la población y se produce en edades jóvenes, menores de 30 años. Este tipo de alopecia tiene su origen en aspectos inmunológicos, ya que se trata de una enfermedad autoinmune. La alopecia areata provoca pequeñas calvas en diferentes zonas del cuerpo, normalmente en la cabeza y en la barba. La diferencia con otras alopecias es que la zona que se queda calva es una zona sana y con un tratamiento adecuado el pelo vuelve a crecer con normalidad.
- Alopecias traumáticas: pueden producirse por peinados fuertes, como coletas y trenzas muy pegadas al cuero cabelludo y muy tirantes. En ocasiones aparecen alopecias en las zonas en las que se produce esa tensión. Otro tipo es la tricotilomanía, una enfermedad en la que el propio paciente se arranca el pelo por alteraciones psicológicas.
- Efluvios telógenos: son caídas temporales del cabello que pueden deberse a diferentes causas. En ocasione se producen en determinadas épocas del año, e incluso se recuperan sin ningún tratamiento, o por cambios hormonales. También se puede deber a una enfermedad temporal, como un problema tiroideo o una infección, a el uso de algunos fármacos o a la quimioterapia.
Alopecias cicatriciales
Este tipo de alopecias son provocadas por una enfermedad y se produce cuando parte de los folículos pilosos son destruidos (por una radioterapia por ejemplo) y el tejido dañado termina formando un tejido cicatricial.
- Alopecia frontal fibrosante: es un tipo de alopecia en que la caída del cabello es generalizada y se produce desde la frente hacia atrás. La zona afectada se caracteriza por volverse más pálida y fina. Se produce tanto en hombres como en mujeres, y una de las más habituales en la actualidad es la postmenopaúsica. Esta alopecia suele producirse en épocas de menopausia. No se conoce aún su causa y se cree que es multifactorial, ya que pueden influir factores hormonales, factores genéticos e incluso puede influir el uso de determinados cosméticos.
- Liquen plano pilaris y Lupus eritematoso : son enfermedades que dan lugar a alopecias permanentes y que no se pueden tratar. Se trata de alopecias muy poco frecuentes.
Causas y soluciones para aquellos que sufren alopecia androgénica
La principal causa, o única podríamos decir, de la alopecia androgénica, es la genética. Los factores heredados son los que provocan que los folículos pilosos crezcan más débiles y acaben dejando de crecer. Se debe a la proliferación de hormonas que dañan esos folículos pilosos.
Desde hace unos años fueron apareciendo productos y medicamentos para intentar frenar o eliminar la alopecia. En ningún caso de estos la alopecia se elimina, al ser algo genético, estos folículos siguen estando afectados por las hormonas que provocan la alopecia.
Minoxidil y Finasteride son los más conocidos, aunque hay algunos más. Su finalidad es intentar fortalecer el pelo que crece para que no se caiga y que las hormonas frenen su extensión y el cabello continúe creciendo. Eso sí, recomendamos que siempre sea el médico quien os explique su funcionamiento y sobre todo sus posibles contraindicaciones y efectos secundarios.
El Minoxidil es un fuerte vasodilatador que actúa aumentando el flujo sanguíneo de forma significativa en la zona en la que se use. Los expertos afirman que su uso prolongado provoca el aumento del diámetro de los folículos.
Mientras que el Minoxidil actúa directamente en el cuero cabelludo, el Finasteride altera las hormonas que producen la calvicie, frenándolas y provocando que el pelo vuelva a crecer más sano y no se caiga. El éxito en estos tratamientos dependerá siempre de la persona, no hay un 100% de seguridad en su funcionamiento.
En el caso de decidir realizarte un injerto capilar, recuerda que tendrás que dejar de tomar Minoxidil al menos el mes previo y Finasteride 2-3 semanas antes.
La otra opción que tenemos en caso de sufrir alopecia es que nos practiquen un injerto o trasplante capilar. Es la única forma de que nuestra zona de la cabeza afectada por la calvicie, tenga la opción de tener de nuevo folículos sanos que no estén afectados por las hormonas que provocan la alopecia.
Nuestra recomendación es precisamente esta. Por nuestra experiencia es la solución más óptima. Desde Samson podemos informarte y asesorarte de todo lo que supone. Asesoramiento sobre precios, las técnicas que te pueden convenir, sobre esos mitos que en ocasiones leemos y sobre todo seremos tu apoyo antes, durante y después del proceso, ya que hemos pasado por ello y sabemos las dificultades y los beneficios finales que se obtienen.
En nuestro blog podréis encontrar artículo sobre las diferentes técnicas de injerto capilar que se practican en la actualidad, tanto para hombre como para mujeres. También sobre los cuidados antes y después del trasplante capilar y por supuesto, cómo evoluciona el cabello tras el implante: cuánto tiempo tarda en crecer, qué puede ocurrir durante los primeros meses, etc.