Turquía es el país del mundo en el que se realizan más intervenciones para recuperar el cabello, por efecto de la alopecia androgénica en su mayoría. El injerto capilar en Turquía es una práctica habitual y tenemos una gran variedad de clínicas para elegir. Además, no solo son pioneros en este tipo de intervenciones, si no que a Turquía acuden muchas personas a operarse de cirugía plástica y sobre todo de otras enfermedades tan graves como el cáncer, que ocupa más del 30% del global de operaciones del país.
El injerto capilar en Turquía es una práctica habitual pues se operan cientos de personas a diario en cientos de clínicas diferentes, gracias a que el Estado turco apoya a las clínicas con ayudas y subvenciones, habiendo invertido más de 30.000 millones de euros en los últimos 10 años, por lo que las intervenciones y clínicas han podido proliferar tanto, como para que sólo en Estambúl haya casi 400 clínicas registradas entrando en 2020.
Es por esto y por la diferencia de valor entre ambas divisas, que las intervenciones allí, normalmente nos parecen más económicas que en otros países, pero es sólo por la moneda. Al cambio en su moneda, podríamos decir que la clínica o el cirujano de allí, cobra lo mismo o más que el cirujano español aquí, comparándolo según el nivel de vida de cada país.
Hay que decir que además de hacerlo con el grueso de sus clientes árabes, también hicieron esfuerzos por adaptarse rápido a las culturas europeas que llevaban años utilizando su sanidad privada de nivel a menor coste, cosa de agradecer dada la diferencia cultural, y porque sino hoy en día, no podríamos disfrutar y acceder con la misma facilidad a sus nuevas técnicas y servicios diferenciales. Aún así siguen intentando mejorar tras los años y cada vez es mayor la información que proporcionan al paciente, los servicios de calidad que ofrecen, y como incluyen en el precio del paquete desde el chófer, hotel o traductores, hasta gorros, cintas o productos de cuidado y lavado, que son necesarios para después de la intervención.
Además de practicar intervenciones de injerto de pelo en la cabeza para hombres y para mujeres, también hacen muchísimos implantes de barba, cada vez más demandados en todos los países, aunque se tata de una intervención algo mas delicada por las características de la dermis de la cara y la manera en que hay que situar los folículos.
Así que para completar, además de estos interesantes datos bien actualizados, en este post vamos a pasar a analizar tanto la evolución de las técnicas en los trasplantes de pelo en Turquía, como incluso las nuevas técnicas que podrían aplicarse en el futuro, siempre que las permitan comercializar al público.
El objetivo de estas investigaciones es realizar intervenciones cada vez menos invasivas, a la par que más eficaces en cuanto a la recuperación y al crecimiento de pelo y su densidad, pero las autoridades en principio no parecen estar por la labor de permitirlo, ni aunque se diera finalmente con la tecla y resolvieran el misterio de la calvicie a través de células madre.
En Samson podemos ayudarte a elegir la mejor clínica. Pero es importante una buena elección y conocer qué y cómo nos lo van a hacer, y también el porqué, además por supuesto de los posibles pormenores si los hay en tu caso, los cuidados que hay que tener en cuenta antes y después, el tiempo que tardará en crecernos el pelo, etc.
Todo ello lo podéis encontrar en nuestro blog, donde también veréis cómo podemos acompañaros y apoyaros en todo el proceso del trasplante capilar.
Evolución del injerto capilar en Turquía
Como en toda ciencia, la tricología (la parte de la dermatología que estudia el cabello y el cuero cabelludo) ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
En los años 40 y 60 del siglo pasado se fueron dando las primeras operaciones en Japón y EEUU, en su mayoría para disfrazar quemaduras o heridas de guerra, y con resultados y técnicas muy deficientes comparados con los de ahora, pues se tuvieron que ir perfeccionando mucho a lo largo de los años 80 y 90 sobre todo, cuando a finales, gracias a la aparición del microscopio de alta resolución se desvelaron secretos aún no conocidos, como que los cabellos crecen en pequeños grupos dentro de unidades foliculares.
A raíz de aquí empezó a utilizarse la técnica FUT o FUSS donde después de extraer con bisturí una tira de la dermis de detrás de la cabeza, te colocaban una a una cada unidad folicular, dando un aspecto más natural de lo conseguido hasta entonces, pero todavía dejando una cicatriz ostentosa, que no desapareció hasta llegado 2003 cuando se empezó a practicar la técnica FUE, que ya permitía extraer uno a uno cada folículo para no dejar la cicatriz de detrás de la cabeza.
Gracias a esta evolución, hoy en día podemos disfrutar de injertos capilares de calidad y con aspecto totalmente natural si sabemos elegir con criterio, además de poder recurrir a otros productos que igualmente se hicieron famosos en los años 80 y 90, como el Minoxidil o Finasteride, que han conseguido buenos resultados en algunos pacientes, pero no son soluciones permanentes aunque el tratamiento sí es por tiempo indefinido. Sólo ralentizan la calvicie si tienes suerte de ser del 40% a los que hace efecto porque tienes los receptores genéticos adecuados, y encima tampoco te dan efectos secundarios. Los trasplantes de pelo no tienen estas desventajas y son aplicables a la mayoría de los pacientes, por eso son la solución definitiva y comprobada.
Por ello vamos a diferenciar las técnicas de extracción e injerto de pelo en Turquía:
La primera técnica de extracción utilizada hace años era la técnica FUSS (Follicular Unit Strip Surguery), una
técnica de extracción unitaria de los folículos tomados de una tira cortada de la dermis de la parte trasera de la cabeza. Es decir, la extracción de los folículos en este caso, se realiza de una tira de cuero cabelludo previamente cortada. Esto supone que nos quedará una cicatriz en la zona donante y que además los folículos a implantar son mucho más limitados.
Después se mejoró esta técnica, evitando tener que cortar una tira del cuero cabelludo. Se trata de la técnica FUE (Follicular Unit Extraction) y se basa en la extracción de los folículos uno a uno y directamente del cuero cabelludo sin cicatrices, directamente de la cabeza y repartiendo bien los folículos extraídos para que no se note afectada la zona donante, o parte trasera y lateral de la cabeza.
Mejora la recuperación de la técnica FUSS, ya que no hay cicatriz y todo son microincisiones.
La técnica de implante o injerto tras la extracción con estas dos técnicas mencionadas, ha solido ser la misma en todos lados hasta hace poco. Se trata de la implantar los folículos de forma unitaria, mediante pequeñas incisiones, en la mayoría de los casos con bisturí en la zona receptora, donde se alojan los extraídos para reconstruir la imagen capilar de esa persona, a poder ser sin utilizar canales fijos y si se puede y es recomendable, mediante implanters y técnicas de injerto más avanzadas, según disponibilidad de la clínica.
En la actualidad, hay una nueva técnica que cada vez está más presente en las clínicas, sobre todo en injertos capilares en Turquía. Se trata de la técnica DHI (Direct Hair Implantation), en la que se realiza la implantación directa e individualmente, pero las incisiones se realizan sin bisturí, mejorando la curación por el menor tamaño de la incisión que hemos comentado previamente. Esas incisiones se realizan con pequeñas agujas huecas donde se han colocado previamente los folículos, por lo que es mucho menos invasiva finalmente, y a la vez permite colocar muchos más folículos en el mismo espacio al ocupar menos las heridas, lo que proporciona más densidad y volumen a la zona tratada.
Por último queremos avanzaros lo que está por llegar, las investigaciones para mejorar el injerto capilar en Turquía siguen en marcha y se trabaja para intervenciones menos invasivas y que supongan mejores recuperaciones para el paciente, y por supuesto, una mayor eficacia en el crecimiento del pelo. Veamos cuáles son esas futuras técnicas.
Nuevas técnicas de trasplante capilar
En la actualidad las investigaciones mas avanzadas en tricología y dermatología, se basan en las células madre, pero no hay que hacerse muchas ilusiones. Si se consiguen extraer células madre de los folículos pilosos de zonas no afectadas por la alopecia, y esas células se replican para ser implantadas en zonas a las que sí afecta dicha alopecia, podría ser magnífico, pero aún no sabemos si es realista viendo como están cerrando las puertas al mercado de las célula madre en otros campos.
Así que es cierto que es algo complicado, pero se continúa investigando y es posible que en unos años sea una realidad y además les dejen utilizarlo en humanos comercializándolo con total control y seguridad. Constaría de varias fases: extraer, replicar, almacenar y microinyectar, asi que todo apunta a que si se da el milagro, no será barato para nada.
Esto revolucionará el sector en los próximos 10 años si las pruebas siguen siendo exitosas, pero parece que Japón le lleva ventaja a Reino Unido en esta batalla, por la dureza de las leyes europeas que no ponen fácil las actuaciones comerciales con células madre, o incluso la propia investigación en algunos casos, cuando precisamente para los nipones es más fácil porque no tienen tantas fases legales que cumplir para ponerlo a la venta.
La recuperación del trasplante de pelo sería mucho más rápida y menos dolorosa y además la eficacia aumentaría mucho, teniendo en cuenta además que son muy pocos los folículos extraídos de la zona donante para poder replicar el resto a trasplantar, pero de momento es un sueño y a muchos años vista.
Continuaremos dando novedades sobre el injerto capilar en Turquía, y os seguiremos contando todo lo que conlleva realizarse este tipo de implantes. Si te gusta este tema puedes descubrir más en nuestro programa gratuito e intensivo de consejos capilares, donde verás paso a paso por lo que necesitas saber para confiar en este sector.