Lo primero de todo, si estás aquí porque hace poco te has sometido a un injerto de pelo y el pelo se te está cayendo, no te preocupes, estás pasando por un proceso habitual denominado shock loss. A todos nos ha pasado y aunque nos cuesta mucho ‘digerirlo’ es algo que se pasa. Como siempre decimos, para valorar el resultado de un trasplante capilar deben pasar entre 12 y 15 meses en el caso de hombres y entre 15 y 18 en el de mujeres.
Por tanto, no hay nada que hacer, mantener la calma y seguir confiando en que el pelo crecerá cómo queremos. Y seguir cuidando nuestra salud, nuestra alimentación y el cuero cabelludo, por supuesto. No hay que buscar remedios raros que realmente no van a tener efecto, porque son fases del crecimiento del cabello habituales.
En este artículo os vamos a explicar las diferentes etapas del crecimiento del pelo y nos centraremos en este shock loss que tanto tememos.
¿Cómo es el crecimiento del cabello?
El crecimiento del pelo tiene una serie de fases que determinan su vida. En primer lugar el cabello pasa por una fase anágena en la que se mantiene en proceso de crecimiento durante unos 6 o 7 años. Después pasa por una fase catágena en la que el cabello no crece durante varios mese. Finalmente en pocas semanas se produce su caída lo que se denomina fase telógena. Mientras el cabello no esté afectado por las hormonas que provocan la alopecia, continuamente se están generando nuevos pelos y por tanto, aunque unos estén en su fase de caída, otros comienzan con la primera fase.
¿Y por qué debemos saber esto? Pues porque el crecimiento del cabello tras un injerto capilar no es inmediato, como ocurre con cualquier pelo. Debemos esperar hasta que transcurran al menos 12 meses para ver el pelo ya crecido en toda la zona receptora. Ese tiempo en el caso de los hombres, pero en las mujeres puede llegar hasta los 18 meses, ya que su cabello tarda más en crecer.
Los primeros días tras el injerto capilar
Durante los primeros días posteriores a un trasplante capilar veremos pequeños folículos y sobre todo costras, algo normal tras la operación. Dichas costras comenzarán a caerse a los pocos días y lo harán por sí solas hasta máximo 15 días. Esto es importante y lo repetimos, deben caerse por sí solas, no debemos tocar ni frotar la zona receptora y mucho menos quitarnos las costras. Lo que sí haremos, a partir de la primera semana, será ayudar a que esas costras se caigan cuando nos lavemos el pelo. Iniciaremos movimientos suaves de atrás hacia delante, siempre con mucho cuidado.
La temida fase de shock loss y siguientes meses
Una vez hayan transcurrido las dos primeras semanas del injerto capilar, entre la cuarta y quinta semana, los primeros pelos que hayan crecido un poco, comenzarán a caerse de la zona receptora. Pero no os preocupéis, es algo habitual y normal, simplemente se debe al debilitamiento y al estrés sufrido por los folículos durante la operación. Nuestro propio cuerpo expulsa el cabello si está débil para generar otro más fuerte, pero en ningún caso esas unidades foliculares se pierden, siguen injertados y en unos meses crecerán de nuevo de acuerdo al plazo natural de crecimiento de la fase anágena.
En cuanto a su duración, en cada persona es diferente. El proceso puede ser más suave en algunas personas o puede alargarse en otros casos, pero suele durar 3 meses como máximo.
A la siguiente fase se le suele denominar como fase desierto. Esto se debe a que la fase anágena del crecimiento está en proceso, pero no es inmediata, tarda unos 3-4 meses. Es a los 5-6 meses en hombres, algunos más en mujeres, cuando esa fase de crecimiento comienza a notarse en nuestro aspecto.
Y como hemos comentado, hasta el año o hasta el año y medio, no podremos valorar el resultado final del injerto capilar.
Por supuesto, el proceso es diferente en cada caso. Hay personas que no sufren tanta caída las primeras semanas y después la sufren más adelante. Otras a las que le crece todo el pelo más rápido y antes del año tienen un resultado excelente. Y otras incluso pueden llevar unos plazos más lentos y que al año todos los folículos no hayan completado la fase de crecimiento. Debemos mantener siempre la calma, cada uno llevamos un ritmo y estos solo son los plazos más habituales.